Chica (futura mujer :-)), madre, fotógrafa frustrada, separada, hermana, amiga, trabajadora y pésima ama de casa. Adoro hacer punto, y pasarme horas en el ordenador, casi siempre sin dejar huella de mis visitas. Amo instagram, tumblr, y ver fotos de parejas enamoradas. Vivo en la montaña sin conexión a Internet, así que mis visitas serán escasas. Adoro twitter. Me encanta escribir. Y voy al gimnasio. Y nunca, nunca, estaré lo suficientemente delgada.
Por favor, no confundir a la escritora con la narradora.
Gracias.
¿Nos leemos, sí?

domingo, 12 de octubre de 2014

CONOCERTE

Ojala aquel último día, el que yo me sentí tan humillada como dolida, hubiera sido distinto, o no hubiese existido. Porque desde ese día, algo pasó... tú desapareciste y yo, yo ya no supe encontrarte en ningún sitio, ni siquiera dentro de mí.
Ojala pudieras decir que me conoces, y ojala yo pudiera decir que te conozco. ¿Cómo nos conocimos? Aún no nos conocemos.
No entiendo de tu manía de andar por el pasillo con la luz apagada, aunque quizá si supieras que yo tengo miedo a andar a oscuras la encenderías.
No entiendes que tenga que dormir con un caramelo de menta, quizá si te hubiera dicho que sufro ataques de asma y toso por las noches, y te despertaría una y mil veces, entonces lo entenderías.
No entiendo alguno de tus vicios, yo vengo de otro mundo, pero quizá, si tomaras la molestia de explicarme lo que sientes, podríamos compartirlos.
No entendía cuando hablabas en broma y cuando en serio, pero era por eso, porque no nos conocíamos, y lo malo es que hemos dejado pasar la oportunidad de hacerlo.
Quizá uno de nosotros debería atreverse, si es que quisiéramos realmente, a dar un paso adelante, quizá el otro debería ser menos orgulloso, y así, quizá lograríamos conocernos.

Que no entendí nunca tu manía de estar sentado en la silla, y tú nunca comprendiste mi gusto por, en vez de estar en el sofá, estar a tu lado acariciándote la espalda.
Que no pudiste entender que no me importaba el sabor de tu boca al despertar, porque yo, lo único que quería al despertarme a tu lado era un beso, sentir tus labios en los míos era ya bastante para tener un buen amanecer.
Que no supe entender tus gritos por las mañanas, pero es que, ¡no te conozco! Quizá es que tienes mal despertar.
Que no entendiste que prefería levantarme temprano, a la vez que tú, solo para verte desayunar, ver como te fumabas un pitillo, y darte un beso de despedida. A lo mejor, si te hubiera dicho que eso me hacía estar feliz, lo hubieras entendido.
Que no supe demostrar que no soy fuerte,soy una débil, una puta débil, que se sentía dolida con cada broma de esas que duelen, con cada frase, de esas dichas adrede para fastidiar, de cada gesto, de esos que te traspasan el alma.








Y yo que soñaba con que siempre nos quedaría París...

jueves, 2 de octubre de 2014

UNO MÁS UNO... NO SON DOS.


Mi estado ideal no es el de estar soltera. No me gusta estar sola por imposición. Soy persona de tener pareja... puede sonar muy triste, pero es así.


Y es que realmente me encanta saber que las cosas que de él molestan al resto de la humanidad, yo las adoro. Igual que cuando estamos entre amigos, y le miro, o me mira, y no hace falta ni hablar... ya sabemos lo que queremos decirnos, y podemos explotar en carcajadas, o podemos levantarnos de nuestras sillas para ir al lado del otro porque sin decirlo, sabemos que en ese momento nos hacemos falta.

Y me gusta despertarme y saber que hay alguien ahí, no a mi lado, no en forma de mensaje tampoco, sino que está en mi mente y que sé que yo estoy en la suya, porque parece que sepa cuando abro los ojos, porque me llega una brisa desde la ventana que, a mí, me sabe a beso.


Es ideal notar que algo que dice me excita, y lo que me excita no sus palabras, sino su forma de decirlas. Su esencia, su olor, su piel.

Puedo considerar perfecto el momento en el que pienso en él, y eso me transmite calma y seguridad.

Y nostalgia. Nostalgia cuando tengo momentos divertidos y noto que me falta algo, que él no está, que debería ser parte de mi diversión.

Jo, ¿y qué me decís cuándo surgen esos momentos en los que nos ponemos a cantar canciones a voz en grito en el coche, o en la casa, o en la cama? ¿No es eso algo genial?

Y cuando le miro, y noto y veo y sé, todas y cada una de sus imperfecciones, y aún así pienso: “qué coño, es perfecto”. ¡Porque lo es! ¡Lo es para mí y por eso estoy con él! Porque adoro todas y cada una de sus imperfecciones.

Y me encantaría poder tener su apoyo en mis momentos flojos, en mis horas de espera en el médico, en mis ratos amargos. Toda compañía es buena, pero la de una pareja... eso es insuperable.

Y los abrazos, esos abrazos en ciertos momentos, que te calman el alma, que hacen asomar lágrimas que no caen, que hacen que mi mente se quede en blanco... abrazos.





Una pareja da sentido a mi vida. Abro mi corazón, abro mi mente. Y es que uno más uno, no suman dos... uno más uno, se convierten en uno.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

SIN TI TAMBIÉN EXISTO

Tan solo han pasado siete días desde que te escribí y leíste el post anterior.
Me llamaste, acudí como de costumbre, y el golpe que me diste fue aún peor que todos los anteriores, pero ¿sabes? no me siento estúpida, ni siento que el viaje fue en balde, porque ese golpe me ha hecho abrir los ojos. Nunca creí eso de que "del amor al odio tan solo hay un paso"... pero sí, ahora lo creo.
No te odio, nunca he odiado a nadie, pero ya no te amo, ni te quiero, ni siquiera te respeto ni te defiendo como hacía hace unos días... ni lo haré.
Ya no flojearé al llamarte porque ya no tengo tu número de teléfono. Ya no me temblarán las piernas al oír tu voz porque tus llamadas están bloqueadas. No iré a vivir a tu pueblo, ni siquiera a los pueblos de alrededor. Olvidaré tu voz, tu olor y tu sabor. Olvidaré tu cara porque he borrado todas tus fotos, y créeme, no hay vuelta atrás.
Has tenido más oportunidades de las merecidas, incluso tus propios amigos me advertían, pero ¡ilusa de mí! Mi corazón fue por su lado, y yo, en vez de guiarme por mi cabeza, como suelo hacer, me dejé llevar.
Tenía una vida antes de ti, y la sigo teniendo ahora. 
Me has jodido y lo sabes, y espero que otra, aunque no sea yo, te lo haga pasar mal.. de verdad, te deseo que sufras tanto por alguien como lo que yo he sufrido por ti. Te lo mereces. Y ya no solo por mí, sino por todas aquellas a las que engañaste, traicionaste, y maltrataste antes que a mí.
Lo digo en alto, y en público HE SIDO MALTRATADA PSICOLÓGICAMENTE... sí, pero no siento vergüenza, porque el que tiene que sentirla eres tú.
Tú eres el que insulta, el que rebaja, el que se avergüenza y el que miente.
El que bebe, el que se droga, y el que se aprovecha de la buena fe de su pareja.
El que vacila de lo que tiene delante de los demás, pero que no lo aprecia.
El que me echará de menos... todos lo saben, incluso yo.
El que no se merece tanto, y el que ha hecho que yo me de cuenta de que merezco mucho más.

Ahora de otra, serás de otra... 






Porque yo soy feliz... y lo soy sin ti.





miércoles, 10 de septiembre de 2014

LOS CINCO SENTIDOS (EN EL AMOR).

No sé lo que científicamente significa amar. No sé si es algo cerebral o si de verdad tiene algo que ver el corazón, o a lo mejor es algo a "primera vista". No lo sé.
No lo sé pero es que, realmente, no quiero saberlo. No quiero que nadie me explique qué coño es el amor porque he estado pensando en eso mientras estaba contigo, y lo nuestro ha fallado.
¿Hace falta saber qué es amor? No es necesario. No necesito una definición, ni una explicación, ni una manera concreta... solo necesito sentirlo.
Solo he necesitado sentirlo para poder decir que ahora quiero un poco a poco que jamás termine. Sin títulos si tú no quieres, tampoco sirve de nada tener un título si lo que quiero es tenerte a ti.
Solo quiero amarte para intentar coger todos tus problemas y quedármelos para mí. Para intentar explicarte que el mundo existe más allá de lo que los dos hemos conocido hasta ahora.
Solo quiero sentir amor para ser como la Penélope de la canción. Para poder esperarte siempre que haga falta. Para poder ser tu salvavidas, tu paracaídas, tu soporte.
Quiero quererte para sentirme como cuando vas conduciendo y ves que la carretera está vacía, es toda para ti, y puedes hacer lo que te venga en gana, teniendo la confianza en que nadie ni nada vendrá a molestar.
Como ya sabes, "confío en que tanto tú como yo sepamos que no somos ni seremos los errores antes cometidos entre nosotros o con otras personas. Somos mucho más que eso". 
Somos ojos que ven, y orejas lamidas. Somos oídos que escuchan susurros, poemas, palabras y gemidos. Somos labios húmedos besando y riendo a la par, bebiendo cerveza, tequila, ginebra, fumado cigarro tras cigarro y volviendo a besar. Somos un aroma, somos una espalda suave,unas manos que se enfadan cuando no pueden tocarte, unas piernas que nos atrapan, unos pies acariciados y otros por acariciar. Somos una piel que se eriza. Somos un corazón que siente, joder.
Y es que no quiero dormir jamás tan solo por poder verte a ti dormido, durmiendo a mi lado.
Y es que sueño que quizá pueda hacer un trato con la luna, para que siempre esté llena para nosotros. Y quizá pueda hacer de algún modo que tu sueñes lo mismo que yo.






Y yo solo quiero oler a ti. 
Y quiero que me mires.
Y quiero tu sabor en mi boca.
Y quiero tu cabeza en mis manos.
Y quiero siempre, escuchar tu voz... aunque todo lo demás quede en nada.








jueves, 4 de septiembre de 2014

ALGUIEN SOY YO.

Si lograras escuchar lo que querría decirte sin interrumpirme ni una sola vez, si pudieras meterte dentro de mi cuerpo, de mi corazón y de mi mente y así poder sentir lo que yo siento, seguramente no estarías durmiendo tan plácidamente.

Sentirías el dolor de sentirse defraudada, engañada y muy, muy triste.

Ambos sabemos que a mi corazón nadie se ha acercado ni remotamente, nadie lo ha rozado siquiera. Ambos sabemos que soy una persona excesivamente cariñosa, excesivamente dadivosa, y que no quiero arrepentirme nunca de ser una hija de puta... prefiero arrepentirme de ser buena persona, y ambos sabemos que siempre ha sido así, y que igual que tú no cambiarás, tampoco yo lo haré.

Pero me gustaría que entendieras lo que has perdido por un pequeño rato de satisfacción. Todo lo que has estropeado con tus mentiras, con tu falta de interés por mí (y por todos) y el interés que sí has querido poner en otras cosas y en ti mismo. Siempre tú, tú, tú y otra vez tú. Cambiar ese rato de satisfacción por tardes y noches enteras no es muy acertado. Te estás perdiendo días de diversión, tardes de risas con amigos, noches de charraetas a la fresca. Ojalá te pudieses dar cuenta de tu egoísmo, ojalá entendieras el dolor que causas en los demás. Da igual lo que podamos decir, todos te queremos y a todos nos preocupas. Pero tú eres tú, tú, tú y otra vez tú.
¿Sabes? De verdad que me importabas, de verdad he pensado demasiadas veces que eras la persona más hermosa de la tierra, de verdad creo que no es nada inteligente el cambiar hacerte daño por alguien a quien llenas el corazón. 
Has traicionado la confianza de alguien que hubiese dado la vida por ti, alguien a quien matabas de alegría cuando estabas a su lado, alguien que te miraba sin que ni siquiera te dieras cuenta, alguien que te estudiaba y que ha sabido de ti cosas que ni tú mismo sabes. Alguien que ha decidido alejarse para poder encontrarse, alguien que aún tiene miedo de mostrar sus sentimientos y que ahora da gracias de no haberlo hecho. Alguien a quien nunca abrazaste. Alguien que quería abrir un paréntesis y meterse dentro contigo dentro para más tarde cerrarlo, alguien que está notando tu ausencia, alguien quien estaba feliz de que fueras tú quien le complicara la vida, alguien que se ha dado cuenta, quizá tarde, de que tú has fracasado. Alguien que no has conocido ni llegarás a conocer, alguien que te hubiese enseñado el origen de la poesía, alguien con quien nunca hubieses estado aburrido, alguien que te pudiese salvar de tus miedos, alguien que te hiciera feliz. Alguien que ha decidido dejarte seguir tu camino para ver si te convences de que vas en contra dirección, alguien que, sabiendo que esto era una historia que no iba a ser, decidió darlo todo. Alguien que quiso lograr lo imposible, alguien que te escribió lo más bonito, y fue capaz de multiplicarlo por cientos, alguien que quizá creyó que de un trozo de madera, podría crear un violín. Alguien que aunque no te ama, te quiere demasiado... y sí, demasiado es más de lo que has merecido. Alguien que ahora piensa que tú has sido su mayor error, el pecado que nunca se perdonará, alguien que sabe que ha tomado la decisión correcta aunque duela, alguien que empieza a creer que el infierno debe de ser un paraíso comparado con haber estado contigo, alguien a quien solo se le puede culpar de ser adicta a ti, de haber tenido todo perfectamente descontrolado. Alguien que ha vivido en la incertidumbre de no saber, alguien que, simplemente no quería perderte, que quería parar pero que no podía, alguien que quiso ser muchos verbos y se quedo en nada. Alguien que se emocionó en hacerlo porque se emocionaba en pensarlo, alguien que nunca viste llorar, pero a lo mejor tampoco reír, alguien que es fuerte porque es su única opción, alguien que ya no está entera porque se entregó por completo y no recibió nada bonito ni bueno a cambio, alguien que quería follarse tu corazón y no tu cuerpo. Alguien que se quitó todo lo que llevaba y pudiste ver que solo le quedaba cariño para repartir a raudales, y que te eligió a ti para darlo, aun sabiendo que no lo merecías. Alguien que decidió ser feliz, y quiso saltarse las partes del dolor y los enfados, y no lo consiguió, alguien que te cantó lo más bello, alguien que pensó que valdría la pena. Alguien que se quiso alejar mil veces, y que volvió mil y una.




Alguien a quien tu silencio le ha dado todas las respuestas.  

Alguien que probablemente, ni siquiera recuerdes.

viernes, 22 de agosto de 2014

SÍ, LO SOY.

Me preguntó anoche mi querida y lejana amiga si ahora mismo soy feliz.

No me ha hecho falta pensar mucho la respuesta... SOY FELIZ. 
Después de pasar unos meses algo locos, decidí que por el bien de mi cabeza y mi cuerpo ya era hora de dejar de trabajar. Así lo hice unos días antes del comienzo de agosto... y creo que no he tomado decisión más acertada. Tener un trabajo de 24 horas diarias (y mal pagado) te limita la vida, y ahora estoy haciendo, aprendiendo demasiadas cosas como para dedicarme únicamente a trabajar.
Como ya sabéis por mis anteriores posts, siento algo por alguien. Es curioso porque es un "alguien" para nada parecido a lo que yo buscaba, sin embargo con él he aprendido a ser libre. A conocer otros ambientes por los que nunca me había movido, a saber ver la belleza en lo bello que nos rodea. Con él soy libre, porque esa ha sido la decisión de ambos: estar juntos cuando queramos, estar revueltos cuando queramos, pero sin ninguna atadura... no somos pareja, ni novios, ni creo que amigos. Simplemente estamos ahí, él para cuando le necesito, yo para cuando me necesite.
Fue él el que propuso que dejáramos lo nuestro "fluir" de una manera natural. Sin forzar el vernos, sin hacer planes demasiado anticipados. Al principio, no entendí nada... intenté alejarle de mí porque para mí eso no era una relación normal, él volvió una y mil veces, tantas como las veces que yo le decía que no me llamara, que no nos viéramos, que quedáramos con otras personas. Él insistía en que no, que no era eso lo que proponía, que aunque nos quisiéramos, en esta vida no hay nada "normal" y que lo normal es lo que cada uno quiere que sea... y TENÍA RAZÓN.

Es genial ver, como poco a poco, todo va "fluyendo" (palabra que odié porque no entendía). 
Él se va dejando llevar, a pesar de sus miedos, conozco más de él de lo que él conocerá de mí.
Voy viendo detalles que sí hace y dejo de lado los que me gustaría que hiciera. Estoy aprendiendo a no ver el amor como nos lo dibujan en las películas. No siempre él tiene que decir "te quiero" ni tiene porque darme los buenos días. Lo hace cuando le apetece... y curiosamente, lo hace a diario. Me fijo en eso.
Estoy descubriendo con él todo lo que había querido descubrir. Estar a solas pero junto a él. Estar juntos y no aprovechar para tener sexo, sino para vivir. Ir a una charca con agua, mojarse los pies, y estar simplemente mirando el cielo, escuchando los pájaros y las chicharras, viendo crecer las flores, es ahora mismo mi plan favorito para pasar un día entero.
No le molesta que nos hagamos fotos juntos. No le molesta ir de compras conmigo. No le molesta estar con mis hijos o que yo pase más horas con su hija que con él mismo. No me deja que me ocupe de las tareas de su casa a pesar de que paso allí varios días. No me deja que le lleve en coche... son estas cosas las que me matan de amor. Son estas cosas las que me hacen feliz.

Aprender a estar a gusto con él es una de las cosas que más me ha costado... por que le quiero.
Le quiero, y lo mejor es que noto que, a su modo, él también me quiere. Es un modo peculiar, es muy a poquitos, es muy sensata su manera de pensar, su manera de vivir, su manera de hacerlo todo. 
Nos compenetramos en todo. No nos gustan todas las mismas cosas, pero sí las importantes, y las otras podemos hacerlas con amigos o solos... porque no nos atamos.
Me encanta este chico. Me gusta un pelirrojo, un padre, un amigo, un francés, un loco, un cuerdo, un amante... me gusta él.
Y SOY FELIZ.


martes, 19 de agosto de 2014

ME ENCANTAS

Podría dejar de quererte si quisiera... pero no quiero, porque te quiero.
Después de unas semanas cuanto poco extrañas, puedo decir en letras mayúsculas que te quiero, y que noto que me quieres... y que tienes miedo. Mucho, más que el que he sentido yo en toda mi vida, y eso que a tu lado lo siento constantemente, porque eres de esa clase de personas a las que se les nota contenidas. Que no lo das todo por miedo al rechazo, que no has sabido amar y lo peor es que te da miedo que te amen.
Trabajando contigo lo que sé de psicología, me siento útil en tu vida. Parece que las primeras tomas de contacto psicóloga/paciente, sin tú saberlo, han ido mejor de lo que esperaba. Parece que soy un poco libre, y parece, a la vez, que tú estás más atado... y todo lo has hecho tú solo, tan solo escuchándome y poniendo en práctica lo escuchado. Déjame hablar y haré de ti el hombre que quieres ser, pero que tienes tanto miedo a mostrar.

Eres distinto a todos los demás. Siempre he tratado de encontrar al "hombre bueno". A ese que fuera sensato, leal, puntual, y sano,  y tú no acabas de cumplir todos los requisitos, pero ya ves, gracias a ti yo también aprendo y sé que el corazón va por libre, y el mío te ha elegido a ti, con todas tus virtudes, y con todos tus defectos a los que ya paso por alto.
Sigo sin comprender cosas, como el que puedas estar dentro de mi cabeza y de mi estómago cada segundo del día, y que sin embargo, cuando te veo, mi cuerpo siga dando un vuelco y me ponga del revés. O que teniendo unos ojos negros tan comunes, me ruborice aún, cuando me miras. O que mis manos se atrevan a viajar solas, sin ninguna clase de orden, a acariciar tu nuca y tu espalda en el momento justo en que estamos uno al lado del otro. ¿Y qué dices de mi sonrisa tonta cada segundo que estoy contigo? Eres una muerte encantadora para mí.
Hueles a césped, a montaña, a bosque, a playa, a noche lluviosa, y a día soleado.
Hueles a ti.
Y me encantas.



sábado, 24 de mayo de 2014

QUÉ EXTRAÑO

La cosa es que me siento tan feliz sabiendo que existes, que me pongo a soñar despierta demasiado a menudo.
Y es que por fin veo en unos ojos las miradas que deseé siempre.  Y por fin me levanto con ganas de acariciarte, aunque no te tenga a mi lado... te quiero ahí. Por fin un olor me resulta atractivo, por fin un sabor, tu sabor, el de tu boca, me llena. Por fin me dan los ansiados "buenos días, princesa"... día tras día, y sonrío cada vez que lo leo una y otra vez... día tras día.
Vivo como si viviera en un eterno París. En una primavera soleada constantemente, en un colchón de plumas.  
Mis días pasan como si  fueran siempre sábado, como un descansado día de playa, como viendo siempre un cielo azul claro, como si las noches fueran siempre de luna llena.
Y es que, podría hacer frío, podría nevar o temblar el suelo, pero si estoy contigo, no me importaría, porque como se dice: "contigo me siento como en casa".
Podría parar el tiempo y oler siempre a velas de vainilla, eres mi bañera de agua caliente, mi mejor medicamento, mi cerveza helada, mi diversión estrepitosa.
Ójala parar el tiempo para tan solo oírte respirar, para poder mirarte sin que tú te des cuenta, para besarte el brazo, el hombro y las manos como si no hubiese mañana, para dejar que crucemos los dedos de la mano y que me las aprietes fuerte hasta sentir que me cortas la circulación de la sangre.
Ójala se pudieran detener los relojes para poder lamer tu espalda eternamente, para tener mis dedos enredados en tu pelo y para acariciarte la cara mientras mantienes los ojos cerrados y suspiras.
Ójala parasen las horas para recorrerte entero, para descubrir con las yemas de mis manos cada centímetro de tu piel. Para olerte sin parar el cuello. Para rozarte la mejilla con mi nariz helada. Para hacerte cosquillas con mi pelo.
Y es que, la cosa es, que no creo que  pueda soñar cosas más bonitas tan solo porque soy feliz sabiendo que existes.







lunes, 21 de abril de 2014

ENTRA EN MI VIDA...

Apareces como de repente, como dice la canción de Miguel Ríos "dame una cita vamos al parque entra en mi vida..."
Me gustan tus formas. O mientes muy bien, o ya eres un hombre, se nota por tu educación, al primer minuto. Noto que eres francés, tendré un sexto sentido para eso. 
En ese sentido tienes razón, no todos son como tú.
Me gusta como conduces. Más chulo que un ocho al volante, buena sensación.
¿Sabes? He conocido a cuatro hombres, y ninguno me ha tratado en una noche entera como lo has hecho tú en los primeros cinco minutos.
Tu voz.  La tengo grabada en el cerebro, y de ahí no sale. Te oigo contestar a mis preguntas, y sigo oyendo las tuyas...
Me gusta esa barba rojiza, y tu altura, y quizá eres algo delgado para mi gusto, pero oye, es que te veo andar y jo... estás muy bien, chavalote.
Estás resentido con la vida... pero ¿y quién no lo está, pequeño? 
Me gustó que confesáramos nuestros pequeños secretos nada más conocernos. Nada de errores, nada de confusiones. Tú tienes lo que tienes, y yo soy lo que soy, una habladora compulsiva que ni siquiera sabe guardar sus propios secretos, así que escupo todo lo que siento, lo que quiero, y lo que deseo tener.  Sabes que no me iré a la cama contigo... no hoy.
Pero te acuestas delante de mí, y me coges un pie, y empiezas a acariciarlo fuerte, dices que te gusta hacerlo, y por lo que compruebo, no me cabe duda de que así es.
Te quejas de que ese sofá es demasiado incómodo, y sin embargo, yo me siento en la gloria, y de momento es por el sofá y no por ti.
De repente sueltas mi pie, y dejas de estar delante de mí, y estás encima, ¡te tengo encima!, pero no actúas como creí que lo harías. Me acaricias la cara, y ahí,  en ese momento recuerdo la canción que sonaba en tu coche justo en el momento en el que me he subido a él... es curioso, pero no estoy nerviosa, ni tengo miedo, solo sé que estamos juntos, y que me siento bien, estoy a gusto, y ahora mismo, el sofá sí me resulta incómodo porque quiero que me lleves a la cama, solo sexo. No me acaricies, ni siquiera me beses, fóllame porque me gustas, fóllame porque me apetece que lo hagas, pero no esperes que me fume en tu habitación  mi cigarro de "después de", lo haré en la cocina, o en el salón o me asomaré a la ventana, pero sé que no querré fumarlo contigo.

He pasado una noche a tu lado. No solo me fumé el cigarro contigo, sino que compartimos los cigarros, compartimos la ginebra, y compartimos confidencias. 
Me estás empezando a encantar... y no quiero más serpientes como lo serás tú, como lo han sido todos.
Me gusta como lías los cigarros con tus manos, me gustan tus manos y después de estar varias horas fumando y bebiendo empiezas a producir en mí cierta ternura. Soy tonta. TONTA. No aprendo. Seguro que es otra estrategia de esas que los chicos sabéis utilizar tan bien. Dar pena, poner cara de niños buenos, sacar nuestro lado "maternal" para tenernos a vuestro servicio. Conmigo ya no cuela ese rollo, chavalote.
Nos vamos a dormir y al día siguiente me sorprendes llevándome a la playa a almorzar, y presentándome a un amigo tuyo. Aquí flipo, me descolocas. Eso no lo hacen todos.
Haces planes contando conmigo "podríamos ir un día a pescar", "podríamos ir a patinar", "vendremos más veces"... Yo no dejo de decir que soy tonta, TONTA, porque noto que mi corazón empieza a latir de una forma distinta... ¿más rápido? Noto en mi estómago algo raro ¿mariposas? "¡¡Joder no, no quiero!!! No me hagas esto, puta cabeza loca, deja que esté calmada un tiempo, deja que pueda vivir cosas que nunca he vivido".
-¿Podría pescar a Tequila?- escucho de tu boca, mientras estoy absorta en mis pensamientos.
- Ahhh, noooo... a Tequila le falta mucho tiempo para que alguien pueda pescarla-digo yo, sabiendo que miento, sabiendo que sería muy fácil que tú pudieras pescarme, sabiendo que me están temblando las piernas, sabiendo que voy a ser yo esta vez la que, cuando tenga oportunidad, me pondré encima de ti.

Volvemos a ese sofá, y dormimos juntos. Noto que me acaricias el pelo, y, aún estando dormida, me llenas de ternura. Noto que me miras a pesar de que tengo mis ojos cerrados. Te levantas de mi lado y veo de reojo como empiezas a hacer cosas. Noto que se me cae la manta de los pies y noto que vienes y me tapas. Tengo frío, pero quiero probar algo, así que esta vez, tiro yo la manta adrede, y te oigo reír, y noto que vuelves a taparme. Te sientas en un taburete y me miras. Noto tu mirada clavada en mí.
Cuando abro los ojos, han pasado tres horas, y me ofreces quedarme a cenar. Obviamente, digo que sí.
Y es entonces cuando tú te acuestas en el sofá, intercambiamos posiciones, y de repente, me doy cuenta de que estoy acariciándote la cabeza. No me lo has pedido, ni siquiera sé si te gusta, pero me sorprendo a mí misma haciendo algo que no he hecho nunca. No soy de esas "acariciadoras" por voluntad propia... pero te lo estoy haciendo a ti. "Puto cerebro. Deja de dar órdenes a mi mano para que toque su cabeza". Pero no me escucha. Te sigo tocando, te despierto con un beso...
Tu piel huele tan bien, y tus labios tienen esa temperatura tan perfecta, que me siento morir.





Y ahora ya sé que estoy metida en un lío, en algo que no quieres que pase, pero que ha pasado...






martes, 8 de abril de 2014

SATÉLITES Y CABRONES.

AVISO: POST DIFÍCIL DE ENTENDER.

Recuerdo cuando no hace tanto tiempo necesité ir a varias sesiones con una psiquiatra, y además, también con una psicóloga. La psiquiatra la dejaremos de lado (de momento) y psicólogas pasé por varias hasta que di con una (previo pago) que me dijo algo que sigo recordando... más o menos venía a decir qué, existen dos tipos de hombres y mujeres "los/as buenos/as", a los que ella llamaba satélites y "los/as malos/as" a los que ella llamaba cabrones/nas, sin más. Lo que ella me explicó es que, por norma general, todos tendemos a ir de uno a otro, es decir, si tu primera pareja fue un satélite, tu segunda será un cabrón. Ahora bien... ¿qué sucede cuando se juntan dos satélites o dos cabrones? Fácilmente, pueden amarse eternamente.

En mi caso ha sucedido así. He ido saltando, creo que a propósito de uno a otro.
Mi primera pareja, ya muchos sabéis mucho de él, era un cabrón, bueno, un CABRÓN  así en mayúsculas. Creo que, aún hoy, unos 20 años después, la mayoría de mis traumas son por su culpa. También es cierto que yo guardo un buen recuerdo de él, y que, de las  parejas que he tenido, de él es de quien más hablo con la gente. Quizá porque él fue mi primer "todo", incluso mi primer dolor.

Cuando encontré a mi segunda pareja y éramos solo amigos, no me atraía nada de él, pero era totalmente distinto al primero, y eso era lo que yo quería. Me había hecho tanto daño, pero tanto, que yo creí que teniendo justo lo contrario encontraría la felicidad, al lado de mi satélite.
Pero no. Él me daba demasiadas cosas que yo no necesitaba, y sin embargo, de otras muchas tenía una gran carencia, no fue una buena elección el sentir algo por él. 
Ahora creo que sé lo que necesito, que sabré cuando llegará, que tendré en cuenta mi situación satélite, y que lo idóneo sería encontrar a "mi satélite azul". En algún lado andará perdido. 




TE ENCONTRARÉ SATÉLITE PERDIDO EN EL GRAN UNIVERSO.

jueves, 3 de abril de 2014

AMAR A UNA ILUSIÓN

A veces se llegan a adorar cosas tan insignificantes... que ni siquiera sabes por qué las adoras, simplemente te empiezan gustando y acabas, casi, amándolas.
Yo adoro el olor a césped recién cortado. 
Amé a mis hijos antes de que existieran. 
Amé a alguien que no conocía. 
Amé a un pequeño trasto que no sabía si llegaría a conocer.
Amé con  trece años.
Amo pasear bajo la lluvia.
Adoro algunas escenas románticas... como estar con quien amas, sentados en el capó de un coche, viendo como amanece.
Amaría ver un amanecer contigo.
Amo sentirme libre de escribir todo aquello que amo.
Amo la sensación de saber que, a pesar de todo, ellos me aman.

Pero ¿se puede amar un sentimiento? ¿Puedes amar un recuerdo? ¿Puedes amar una sensación? ¿Puedes enamorarte de una ilusión?
Yo puedo. 
Adoro eso que siento en el estómago, que no sé si serán mariposas, o dolor, o algo parecido... pero lo amo.
Adoro recordar esos momentos quinceañeros que tuvimos, y que se me muevan las tripas sin querer.
Adoro la sensación de haberte rodeado con mis brazos, de verme reflejada en tus ojos, de respirar tu aliento, de rozarnos casi sin querer, pero queriendo, de poder ser yo misma, de tocarte el pelo, de mirarte... mirarte... mirarte y no cansarme. 
Amo hablarte en diminutivo, y sentirte tan grande, tan grande que creo que tú puedes protegerme.
Adoro poder decir lo que siento.
Adoro tu dureza, y tu ternura.
Adoro lo que estoy conociendo, y... ¡ni siquiera he empezado!
Adoro como hablas, tu acento.
Adoro como puedo rozar tu barba con mis labios escocidos de haberla besado bruscamente.
Adoro tu tacto, tu olor y tu sabor hasta después de haber fumado tabaco y bebido ginebra.
Adoro que me desnudes.
Adoro gustarte.
Adoro poderte hablar en valenciano.
Adoro que mis ideas no te parezcan tonterías.
Adoro que seas mi chófer, y que me lleves a la playa, o a la montaña, o a un rincón perdido.
Puedo derretirme al ver como me miras si sabes que soy para ti.
Puedo derretirme al oírte hablar en francés.
Podría morir por ti... 




Pero eso sí, cuando seas una realidad.

miércoles, 26 de marzo de 2014

¿LO IMPOSIBLE SOLO TARDA UN POCO MÁS? PUES NO, LO IMPOSIBLE NO ES POSIBLE.

Aunque nunca he sido de jugar con muñecas, ni siquiera de jugar con niñas, siempre he sido muy "madraza"... y no, no es que me lo diga yo a mí misma, que también, es que lo decía (y lo dice) todo el mundo. Siempre se me ha caído la baba con los bebés, también cuando son un poco más mayores, pero de tan "madraza" que soy, me paso la vida sufriendo.


Recuerdo que cuando tuve fecha de boda, todo el mundo decía que mis hijos llegarían pronto porque yo siempre decía que quería tener 6 hijos. Sí, como lo leéis, SEIS hijos. Era algo que quería que sucediera. Yo me he criado con un hermano 6 años mayor, y una hermana 5 años pequeña, así que yo quería una gran familia, de seis hijos, y  muy seguidos. Ese era mi plan, y el que fue mi marido, estaba de acuerdo.

Me casé y mi primer hijo nació dos años después. Dos años más tarde volví a quedarme embarazada... pero tuve un aborto, y fue una experiencia que, a mi entonces marido y a mí, nos separó del todo.  Dos años más tarde tuve mi segundo hijo, el que me salvó la vida.


Más tarde advirtieron a mi padre que tenía una "enfermedad" que podía transmitir a sus descendientes que fueran mujeres y que podía provocar abortos en ellas. Gracias Señor Doctor que conoce a toda la familia desde hace 30 años, pero mi hermana y yo ya hemos pasado por eso. Gracias por avisar con tantos años de retraso... cabrón.

Desde hace aproximadamente 4 años, he querido volver a ser madre, a pesar de estar separada del padre de mis hijos. De hecho, hubo una ocasión en que le pedí, que volviéramos a ser padres juntos, ya que era algo que al menos, sabíamos hacer bien, que ya que no íbamos a tener 6, al menos tuviéramos 4. Me dijo que le gustaría tener más hijos pero no si estábamos separados... así que nada.

Vale, después de todo este discurso, viene la noticia... Se acabó la posibilidad de ser madre para mí. Después de tanto insistir, después de ponerme como fecha límite hasta los 35 años para volver a tener un ser vivo en mi interior, después de darme una tregua y pensar que hasta los 37, después de pensar que sería injusto que si mi pareja no tiene hijos yo no los tuviera porque tengo ya dos, después de querer formar una familia numerosa, después de creer que es AHORA cuando realmente estoy preparada para ser madre, de repente, vas al médico y te dice que no. Que ya no puedes. 

Ahora es cuando te das cuenta de que esa noticia, esa que llevas esperando desde siempre y que creías que, en realidad, nunca iba a llegar, ha llegado... demasiado pronto. Siempre es demasiado pronto para que te digan que algo, cualquier cosa, te va a resultar imposible, y más aún cuando llevas años pensando en que lo harías.

Ahora mismo me puedo comparar a un corredor que lleva años preparando una carrera, y justo, unos meses antes de su carrera tan ansiada, después de haber llorado de impotencia, haber rogado que todo saliera bien, y haberse preparado a conciencia, el médico le dice que no puede correr, porque se le va a romper una pierna. Tiene una fractura que se convertirá en rotura en breve, y aunque se opere, nunca podrá volver a andar bien... pues eso. Algo parecido, creo.

En fin, perdonad el discurso. Tenía que soltarlo en algún sitio.

sábado, 15 de marzo de 2014

MI PARACAIDAS

No olvido el paso del tiempo... casi 4 años, llenos de magia, de mariposas en el estómago casi a diario, de noches sin dormir, de ojos bañados en lágrimas de alegría, de siempre decir aquello de "contigo ni frío, ni hambre, ni miedo"... y era verdad.
Besos con el alma en los labios, de posturas en la cama, de practicar sexo, de bañeras llenas de nosotros, de suelos llenos de corazones, de películas con pipas... hasta que se acabaron las películas, y también las pipas.
Días de compartir, pero con la agridulce sensación de que no compartíamos del todo. Días de pensar que eras mío, y a la vez de todas,  todas aquellas mujeres, de todas aquellas nacionalidades, de tu pasado.
Días de cosquillas acostados en el sofá azul, días que acababan con un doloroso portazo, días de no aprender... nunca aprendimos. Ni supe darte lo que necesitabas, ni supiste amarme como yo quería.
Por aquellos días en los que las horas de chat eran ilimitadas, por las llamadas de teléfono que duraban horas, por tu voz, que cuando era serena me hacía soñar. 
Tu voz.
Tu voz.
Porque me comía los pelos de tu barba, porque algún día me preparaste spaguetti carbonara, y porque comimos muchas pizzas, y muchos sandwichs, y bebimos mucho zumo, y mucha coca cola, por aquellos días...
Por aquellos días en los que la convivencia era lo más parecido a lo que yo quería, porque teníamos piscina y jugábamos en ella, porque tenía coche y garaje, y porque a veces, y a pesar de que yo misma lo he negado miles de veces, las cosas materiales nos hacen vivir otra vida, incluso en nuestra imaginación.
Porque supe lo que quería decir dar amor de una manera desinteresada, porque creo que aprendí a querer, pero también es verdad que no llegué a sentirme "la chica de la película". 

Y aunque nos empeñamos en pensar en que todo seguiría siendo igual, el caso es que creo que, el irme de allí, fue una caída desde la cima hasta el suelo, una caída inevitable.




Total, yo solo quería miradas llenas de admiración, alguien que me acompañara al médico, y un paracaídas.

martes, 11 de marzo de 2014

IGUAL, UN DÍA, LO CONSIGO

Tenía un profesor, cuando yo iba a la EGB, que no dejaba que nos enfadáramos por haber sacado malas notas en su asignatura. Él siempre decía "en vez de enfadarte, sé productivo, estudia tanto para que, en el siguiente examen, tu nota tenga que ser un 10. Entonces, si no te lo pongo... podrás enfadarte con motivo".




Hay veces que no nos esforzamos lo suficiente por conseguir aquello que queremos.
 Aquí me tenéis como prueba... llevo unos tres años queriendo adelgazar 10 kilos, consigo estar a dieta 1 semana, lo llevo perfectamente, adelgazo 1 kg. y pienso "esta vez sí, esta vez lo logro", y entonces empiezo a comer de nuevo, como una loca compulsiva, chocolate, lacasitos, bocadillos, y todo lo que más engorda... hasta la próxima semana. 
La mayoría de gente me dice que no me hace falta adelgazar y yo lo que escucho es "bla bla bla", nadie, NADIE, sabe cómo me siento yo estando así, ni cómo me sentiría si consiguiera adelgazar esos 10-13 kilos que quiero (necesito) adelgazar.

Con esto quiero decir que tengo tus mismos defectos, y probablemente, el mismo número de virtudes también... pero esto no significa que todo pueda salir bien, porque simplemente, no está saliendo bien. Nunca he conseguido la perfección ansiada por mí, ni lo que más quería, el ser perfecta para ti, pero no lo era desde el primer día.

Vamos a destiempo. 



Yo cuando quiero algo lo quiero ya. Tú te puedes conformar con lo que tienes. 
Yo necesito mucho, probablemente demasiado para ser feliz. Tú lo eres tal y como eres.
A ti te atan pocas cosas. A mí me atan demasiadas.
Yo madrugo. Tú trasnochas.
Yo odio la oscuridad, le tengo miedo. Tu odias la luz.
No sé estar encerrada, me ahogo. No sabes estar despejado, te sientes desnudo.
Yo me perfumo para dormir, tú no lo haces ni para pasar el día.
Yo duermo desnuda, tú lo haces totalmente vestido...
Y tanto tú como yo sabemos, que esta lista sería eterna.

No son manías, no son trastornos, no es que no se quiera, ni siquiera es que no se pueda, es que no se ha intentado. Nos hemos conformado con estar así, y así estamos... no bien, no mal, pero así... y eso es lo peor, el conformismo. 
Sacar un 5 en un examen y, como es suficiente, quedarnos contentos. No. 
Adelgazar 1 kg. en una semana pero volverlo a engordar la siguiente. No. 
Debemos sacar un 10. Tú por tu lado. Yo por el mío. Y quizá, tan solo quizá, cuando veamos que los dos somos autosuficientes, cuando seamos capaces de tener esa fuerza de voluntad en la que nos demos cuenta de que podemos hacer lo que realmente queremos, cuando puedas y quieras vivir solo y lo logres, y cuando yo pueda y quiera adelgazar esos 10 kilos y lo logre, entonces, solo entonces, ni yo tenga miedo a la oscuridad, ni tú tengas que apagar las luces sin lavarte las manos.




domingo, 9 de marzo de 2014

PASO A PASO

Hay veces que la vida, o ya no la vida, sino tu propia cabeza, da un giro a tus planes... y pasa algo que nunca había pensado que pasaría.
De repente te pones a pensar, y todo el futuro que habías planeado, no tiene sentido, no existe, era un bulo, una mentira, algo que parecía, pero no...
Miras dentro de tu mente y te autoconvences de que sí... de que si te lo propones se puede, de que solo se necesita  querer para poder, pero no...
Donde antes veías arcoiris ahora se ve algo oscuro. Donde se veían flores ahora se ve humo. Donde se veía sexo, amor y rock and roll, ahora solo se ve una película muda, sin sexo, sin amor y rutinaria... como todas.
Donde te veías dando la vuelta al mundo, ahora te ves sin vivienda. Donde antes te veías poniendo candados en un puente sobre un río, ahora descubres que hay otras cosas que te encadenan. Donde antes se veían claros, ahora se ven nubes... y no ves nada más que un color negro.
Ves que todo se derrumba, ves que no has logrado avanzar, que aún estás en la linea de salida, y ves como todos los demás corredores avanzan, muy muy rápido, pero tú te quedas ahí, estancada, sin poder dar un paso adelante, y solo pudiendo andar hacia atrás.
Ves como eres el sol en un día nublado... no puedes salir por más que lo intentes, porque esas nubes se interponen en tus rayos. Tus rayos... que se han esforzado por ablandar corazones, por hacer sonreír a labios marchitos, por abrazar estatuas, por derretir el hielo.


Impotencia, tristeza, dolor, angustia... pero con fuerza, hay que andar... paso a paso, poco a poco, esta vez como las tortugas, despacio, teniendo el futuro en mente, no venirse abajo, y nunca, nunca más, andar hacia atrás.

miércoles, 8 de enero de 2014

QUERIDO DIARIO 2014

Descubrí hace pocos días al blog http://petiteblasa.blogspot.com.es/ y dio la casualidad que entré directamente a su post sobre el "Querido diario 2014) http://petiteblasa.blogspot.com.es/2013/12/querido-diario.html
Se supone que la idea original es escribir sobre una frase diaria, que amablemente la autora ha traducido para todos los que quieran participar, y hacer una foto para ver cómo quedan las libretas-diarios de cada uno/a.
Yo lo voy a hacer online, porque estoy con otro proyecto escrito a mano, y porque no tengo el suficiente tiempo ni material para ponerme a decorar libretas o diarios, luego hacer la foto y más tarde subirla a las redes. Así que mi diario de 2014 va a estar aquí, en otro blog, pero enlazado siempre al original, lo que me permitirá actualizar al menos este a diario. Creo que es una buena iniciativa, así que... ¿alguien se apunta?






viernes, 3 de enero de 2014

A MÍ (A ÉL).

A mí, que no me gusta ser yo. 
Que cuando tengo no quiero, y cuando quiero no tengo.
Que no me conformo con nada, y que siempre quiero más.
Más.
Más.
Que sueño despierta, y despierta tengo sueño.
Que contagio bostezos, pero no contagio risas... porque nunca las hay, y de haberlas, no se contagian.
A mí, que me resulta difícil estar viva, y sé que peor sería no estarlo.
A mí que colecciono fotos de amor, sexo, besos y caricias... pero solo en una carpeta en el ordenador, soy incapaz de coleccionar lo mismo en mi cerebro.
Más.
Más.
A mí, que no dejaré de empeñarme en ir a París en Navidad, y seguro que cuando voy, he puesto tantas esperanzas que se me quedará corto.
A mí que, un día como hoy, hace 7 años, alguien me salvó la vida, y yo no sé cómo agradecérselo, y aunque supiera... ¿cómo se paga una vida? 
A esa tonta que escucha canciones de amor, y se imagina dentro de ellas. A esa que se ve en los videoclips besando a chicos románticos que regalan flores y no dejan de hacer fotos... 
A mí...





Ho sent carinyo, la mami no sap que més fer, a part de adorar-te. Espere que aixó siga prou per a tu.