Tengo miedo.
Miedo de conocer a alguien.
No soy muy peliculera, pero sé que esas cosas pasan. Sé que un día estás en un Starbucks mirando hacia la calle, y viene un chico y te pregunta si el sofá de enfrente está libre. Te empieza a preguntar cosas, y de repente te ves riendo con un desconocido. Le das tu número de teléfono y por la noche te sorprendes mandando y recibiendo WhasApps hasta las 5 de la mañana. Y luego, a las 8, te sorprende un mensaje que pone "Te deseo un buen día, princesa ¿nos vemos en Starbucks esta tarde? Te guardaré el sofá no delante del mío, sino el de mi lado". Y entonces, te pones a temblar, y piensas si puedes estar enamorada.
Y NO.
NO PUEDO PORQUE YA LO ESTOY.
Tengo miedo. Miedo de volver a sentir lo que sentí un tiempo atrás. Miedo porque nunca supe amar y solo él supo enseñarme, y solo a su lado supe aprender. Miedo de empezar. Miedo a las mariposas estúpidas que aparecen sin avisar y se quedan ahí, y nunca sabes hasta cuando. Miedo al rechazo. Miedo a no ser nunca lo suficiente, a no dar la cara por alguien, a estar entre la espada y la pared. Miedo a saber que me estampo contra la pared, pero que la espada me mata... y aún así, elegir la espada. Miedo al no. Miedo a no dormir, y no comer y no vivir porque mi mente se olvida, porque en mi mente solo está él. Miedo a llenar un blog de estúpidas declaraciones de amor, que se queden en el olvido. Miedo al qué dirán. Miedo a que algo sea efímero y no sea eterno. Miedo a tocar otras manos, otra barba. Miedo a no tener. Miedo a no llegar y miedo de pasarme. Miedo a que otro que no seas tú me diga cómo ponerme para estar perfecta para ti. Miedo de que no le gusten mis sandwichs. Miedo de ver la torre sin ti a mi lado. Miedo de que reaccione mejor a mis cosas y que yo pueda pensar que eso sí me gusta. Miedo a decirle a alguien que tú estarás siempre conmigo, despierta, dormida, o cuando esté haciendo el amor. Miedo a tener que empezar algo que no sepa como funciona, algo distinto a lo que tú y yo tuvimos, porque no sabría como actuar. Me gustaba lo nuestro, y no sé si querría algo distinto Miedo de tener que contarle a quién pertenece ese tatuaje de mi pecho... y miedo a que él sienta miedo de que no es como tú. Porque nadie será como tú.
Miedo de sentir.
Miedo de sufrir.
Miedo de que desaparezcas y seas sustituido.
JAMÁS.