Chica (futura mujer :-)), madre, fotógrafa frustrada, separada, hermana, amiga, trabajadora y pésima ama de casa. Adoro hacer punto, y pasarme horas en el ordenador, casi siempre sin dejar huella de mis visitas. Amo instagram, tumblr, y ver fotos de parejas enamoradas. Vivo en la montaña sin conexión a Internet, así que mis visitas serán escasas. Adoro twitter. Me encanta escribir. Y voy al gimnasio. Y nunca, nunca, estaré lo suficientemente delgada.
Por favor, no confundir a la escritora con la narradora.
Gracias.
¿Nos leemos, sí?
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domingo, 12 de octubre de 2014

CONOCERTE

Ojala aquel último día, el que yo me sentí tan humillada como dolida, hubiera sido distinto, o no hubiese existido. Porque desde ese día, algo pasó... tú desapareciste y yo, yo ya no supe encontrarte en ningún sitio, ni siquiera dentro de mí.
Ojala pudieras decir que me conoces, y ojala yo pudiera decir que te conozco. ¿Cómo nos conocimos? Aún no nos conocemos.
No entiendo de tu manía de andar por el pasillo con la luz apagada, aunque quizá si supieras que yo tengo miedo a andar a oscuras la encenderías.
No entiendes que tenga que dormir con un caramelo de menta, quizá si te hubiera dicho que sufro ataques de asma y toso por las noches, y te despertaría una y mil veces, entonces lo entenderías.
No entiendo alguno de tus vicios, yo vengo de otro mundo, pero quizá, si tomaras la molestia de explicarme lo que sientes, podríamos compartirlos.
No entendía cuando hablabas en broma y cuando en serio, pero era por eso, porque no nos conocíamos, y lo malo es que hemos dejado pasar la oportunidad de hacerlo.
Quizá uno de nosotros debería atreverse, si es que quisiéramos realmente, a dar un paso adelante, quizá el otro debería ser menos orgulloso, y así, quizá lograríamos conocernos.

Que no entendí nunca tu manía de estar sentado en la silla, y tú nunca comprendiste mi gusto por, en vez de estar en el sofá, estar a tu lado acariciándote la espalda.
Que no pudiste entender que no me importaba el sabor de tu boca al despertar, porque yo, lo único que quería al despertarme a tu lado era un beso, sentir tus labios en los míos era ya bastante para tener un buen amanecer.
Que no supe entender tus gritos por las mañanas, pero es que, ¡no te conozco! Quizá es que tienes mal despertar.
Que no entendiste que prefería levantarme temprano, a la vez que tú, solo para verte desayunar, ver como te fumabas un pitillo, y darte un beso de despedida. A lo mejor, si te hubiera dicho que eso me hacía estar feliz, lo hubieras entendido.
Que no supe demostrar que no soy fuerte,soy una débil, una puta débil, que se sentía dolida con cada broma de esas que duelen, con cada frase, de esas dichas adrede para fastidiar, de cada gesto, de esos que te traspasan el alma.








Y yo que soñaba con que siempre nos quedaría París...

jueves, 4 de septiembre de 2014

ALGUIEN SOY YO.

Si lograras escuchar lo que querría decirte sin interrumpirme ni una sola vez, si pudieras meterte dentro de mi cuerpo, de mi corazón y de mi mente y así poder sentir lo que yo siento, seguramente no estarías durmiendo tan plácidamente.

Sentirías el dolor de sentirse defraudada, engañada y muy, muy triste.

Ambos sabemos que a mi corazón nadie se ha acercado ni remotamente, nadie lo ha rozado siquiera. Ambos sabemos que soy una persona excesivamente cariñosa, excesivamente dadivosa, y que no quiero arrepentirme nunca de ser una hija de puta... prefiero arrepentirme de ser buena persona, y ambos sabemos que siempre ha sido así, y que igual que tú no cambiarás, tampoco yo lo haré.

Pero me gustaría que entendieras lo que has perdido por un pequeño rato de satisfacción. Todo lo que has estropeado con tus mentiras, con tu falta de interés por mí (y por todos) y el interés que sí has querido poner en otras cosas y en ti mismo. Siempre tú, tú, tú y otra vez tú. Cambiar ese rato de satisfacción por tardes y noches enteras no es muy acertado. Te estás perdiendo días de diversión, tardes de risas con amigos, noches de charraetas a la fresca. Ojalá te pudieses dar cuenta de tu egoísmo, ojalá entendieras el dolor que causas en los demás. Da igual lo que podamos decir, todos te queremos y a todos nos preocupas. Pero tú eres tú, tú, tú y otra vez tú.
¿Sabes? De verdad que me importabas, de verdad he pensado demasiadas veces que eras la persona más hermosa de la tierra, de verdad creo que no es nada inteligente el cambiar hacerte daño por alguien a quien llenas el corazón. 
Has traicionado la confianza de alguien que hubiese dado la vida por ti, alguien a quien matabas de alegría cuando estabas a su lado, alguien que te miraba sin que ni siquiera te dieras cuenta, alguien que te estudiaba y que ha sabido de ti cosas que ni tú mismo sabes. Alguien que ha decidido alejarse para poder encontrarse, alguien que aún tiene miedo de mostrar sus sentimientos y que ahora da gracias de no haberlo hecho. Alguien a quien nunca abrazaste. Alguien que quería abrir un paréntesis y meterse dentro contigo dentro para más tarde cerrarlo, alguien que está notando tu ausencia, alguien quien estaba feliz de que fueras tú quien le complicara la vida, alguien que se ha dado cuenta, quizá tarde, de que tú has fracasado. Alguien que no has conocido ni llegarás a conocer, alguien que te hubiese enseñado el origen de la poesía, alguien con quien nunca hubieses estado aburrido, alguien que te pudiese salvar de tus miedos, alguien que te hiciera feliz. Alguien que ha decidido dejarte seguir tu camino para ver si te convences de que vas en contra dirección, alguien que, sabiendo que esto era una historia que no iba a ser, decidió darlo todo. Alguien que quiso lograr lo imposible, alguien que te escribió lo más bonito, y fue capaz de multiplicarlo por cientos, alguien que quizá creyó que de un trozo de madera, podría crear un violín. Alguien que aunque no te ama, te quiere demasiado... y sí, demasiado es más de lo que has merecido. Alguien que ahora piensa que tú has sido su mayor error, el pecado que nunca se perdonará, alguien que sabe que ha tomado la decisión correcta aunque duela, alguien que empieza a creer que el infierno debe de ser un paraíso comparado con haber estado contigo, alguien a quien solo se le puede culpar de ser adicta a ti, de haber tenido todo perfectamente descontrolado. Alguien que ha vivido en la incertidumbre de no saber, alguien que, simplemente no quería perderte, que quería parar pero que no podía, alguien que quiso ser muchos verbos y se quedo en nada. Alguien que se emocionó en hacerlo porque se emocionaba en pensarlo, alguien que nunca viste llorar, pero a lo mejor tampoco reír, alguien que es fuerte porque es su única opción, alguien que ya no está entera porque se entregó por completo y no recibió nada bonito ni bueno a cambio, alguien que quería follarse tu corazón y no tu cuerpo. Alguien que se quitó todo lo que llevaba y pudiste ver que solo le quedaba cariño para repartir a raudales, y que te eligió a ti para darlo, aun sabiendo que no lo merecías. Alguien que decidió ser feliz, y quiso saltarse las partes del dolor y los enfados, y no lo consiguió, alguien que te cantó lo más bello, alguien que pensó que valdría la pena. Alguien que se quiso alejar mil veces, y que volvió mil y una.




Alguien a quien tu silencio le ha dado todas las respuestas.  

Alguien que probablemente, ni siquiera recuerdes.

miércoles, 26 de marzo de 2014

¿LO IMPOSIBLE SOLO TARDA UN POCO MÁS? PUES NO, LO IMPOSIBLE NO ES POSIBLE.

Aunque nunca he sido de jugar con muñecas, ni siquiera de jugar con niñas, siempre he sido muy "madraza"... y no, no es que me lo diga yo a mí misma, que también, es que lo decía (y lo dice) todo el mundo. Siempre se me ha caído la baba con los bebés, también cuando son un poco más mayores, pero de tan "madraza" que soy, me paso la vida sufriendo.


Recuerdo que cuando tuve fecha de boda, todo el mundo decía que mis hijos llegarían pronto porque yo siempre decía que quería tener 6 hijos. Sí, como lo leéis, SEIS hijos. Era algo que quería que sucediera. Yo me he criado con un hermano 6 años mayor, y una hermana 5 años pequeña, así que yo quería una gran familia, de seis hijos, y  muy seguidos. Ese era mi plan, y el que fue mi marido, estaba de acuerdo.

Me casé y mi primer hijo nació dos años después. Dos años más tarde volví a quedarme embarazada... pero tuve un aborto, y fue una experiencia que, a mi entonces marido y a mí, nos separó del todo.  Dos años más tarde tuve mi segundo hijo, el que me salvó la vida.


Más tarde advirtieron a mi padre que tenía una "enfermedad" que podía transmitir a sus descendientes que fueran mujeres y que podía provocar abortos en ellas. Gracias Señor Doctor que conoce a toda la familia desde hace 30 años, pero mi hermana y yo ya hemos pasado por eso. Gracias por avisar con tantos años de retraso... cabrón.

Desde hace aproximadamente 4 años, he querido volver a ser madre, a pesar de estar separada del padre de mis hijos. De hecho, hubo una ocasión en que le pedí, que volviéramos a ser padres juntos, ya que era algo que al menos, sabíamos hacer bien, que ya que no íbamos a tener 6, al menos tuviéramos 4. Me dijo que le gustaría tener más hijos pero no si estábamos separados... así que nada.

Vale, después de todo este discurso, viene la noticia... Se acabó la posibilidad de ser madre para mí. Después de tanto insistir, después de ponerme como fecha límite hasta los 35 años para volver a tener un ser vivo en mi interior, después de darme una tregua y pensar que hasta los 37, después de pensar que sería injusto que si mi pareja no tiene hijos yo no los tuviera porque tengo ya dos, después de querer formar una familia numerosa, después de creer que es AHORA cuando realmente estoy preparada para ser madre, de repente, vas al médico y te dice que no. Que ya no puedes. 

Ahora es cuando te das cuenta de que esa noticia, esa que llevas esperando desde siempre y que creías que, en realidad, nunca iba a llegar, ha llegado... demasiado pronto. Siempre es demasiado pronto para que te digan que algo, cualquier cosa, te va a resultar imposible, y más aún cuando llevas años pensando en que lo harías.

Ahora mismo me puedo comparar a un corredor que lleva años preparando una carrera, y justo, unos meses antes de su carrera tan ansiada, después de haber llorado de impotencia, haber rogado que todo saliera bien, y haberse preparado a conciencia, el médico le dice que no puede correr, porque se le va a romper una pierna. Tiene una fractura que se convertirá en rotura en breve, y aunque se opere, nunca podrá volver a andar bien... pues eso. Algo parecido, creo.

En fin, perdonad el discurso. Tenía que soltarlo en algún sitio.