No me importa que tengamos la relación que tenemos. ¡¡No importa!! Y te voy a explicar el por qué, y tú lo vas a entender fácilmente.
¿Sabes? Me gusta haberte conocido. Saber cosas de ti que ninguna otra sabe:
Saber tu nombre, tus apellidos y tu dirección.
Saber el tacto de tu pelo.
Saber el color de tu dormitorio y la posición de tu cama, y hasta el ruido que hace esta cuando el cabecero choca contra la pared.
Sé cómo ordenas tu ropa y la marca de tu perfume.
Tu olor al salir de la ducha, también lo sé.
Sé todas aquellas costumbres que tienes.
Sé que trasnochas y que no acostumbras a madrugar.
Que duermes menos de lo necesario, lo sé.
Que ves la mayoría de películas en Versión Original, y que te emocionas en algunas.
Tus canciones favoritas, las sé, de memoria.
Estoy feliz por saber a qué sabe tu boca, y tu piel.
Sé cuándo escribes y por qué lo haces.
Sé que te quería tanto que hasta me dolía el alma, que te quería solo para mí, de una manera enfermiza y loca.
Sé que he tenido un hueco muy grande en tu corazón.
Y, no lo dijiste, pero sé también que yo templaba tu ánimo, y que te hacía sentir mejor persona.
Sé del dolor que te causé, y como te conozco, sé que me perdonarás, porque...
Sé que me has querido. Mucho.
Lo sé yo y lo sabes tú.
Lo sé yo y lo sabes tú.
Y sé que tú sabes que te he amado como nunca amé antes, y además, sin elegirlo, todo un logro por mi parte.
Sé que eras tú. Lo eras.
Y estoy feliz, porque sé que no me odias... al menos no todos los días.