Chica (futura mujer :-)), madre, fotógrafa frustrada, separada, hermana, amiga, trabajadora y pésima ama de casa. Adoro hacer punto, y pasarme horas en el ordenador, casi siempre sin dejar huella de mis visitas. Amo instagram, tumblr, y ver fotos de parejas enamoradas. Vivo en la montaña sin conexión a Internet, así que mis visitas serán escasas. Adoro twitter. Me encanta escribir. Y voy al gimnasio. Y nunca, nunca, estaré lo suficientemente delgada.
Por favor, no confundir a la escritora con la narradora.
Gracias.
¿Nos leemos, sí?
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martes, 8 de abril de 2014

SATÉLITES Y CABRONES.

AVISO: POST DIFÍCIL DE ENTENDER.

Recuerdo cuando no hace tanto tiempo necesité ir a varias sesiones con una psiquiatra, y además, también con una psicóloga. La psiquiatra la dejaremos de lado (de momento) y psicólogas pasé por varias hasta que di con una (previo pago) que me dijo algo que sigo recordando... más o menos venía a decir qué, existen dos tipos de hombres y mujeres "los/as buenos/as", a los que ella llamaba satélites y "los/as malos/as" a los que ella llamaba cabrones/nas, sin más. Lo que ella me explicó es que, por norma general, todos tendemos a ir de uno a otro, es decir, si tu primera pareja fue un satélite, tu segunda será un cabrón. Ahora bien... ¿qué sucede cuando se juntan dos satélites o dos cabrones? Fácilmente, pueden amarse eternamente.

En mi caso ha sucedido así. He ido saltando, creo que a propósito de uno a otro.
Mi primera pareja, ya muchos sabéis mucho de él, era un cabrón, bueno, un CABRÓN  así en mayúsculas. Creo que, aún hoy, unos 20 años después, la mayoría de mis traumas son por su culpa. También es cierto que yo guardo un buen recuerdo de él, y que, de las  parejas que he tenido, de él es de quien más hablo con la gente. Quizá porque él fue mi primer "todo", incluso mi primer dolor.

Cuando encontré a mi segunda pareja y éramos solo amigos, no me atraía nada de él, pero era totalmente distinto al primero, y eso era lo que yo quería. Me había hecho tanto daño, pero tanto, que yo creí que teniendo justo lo contrario encontraría la felicidad, al lado de mi satélite.
Pero no. Él me daba demasiadas cosas que yo no necesitaba, y sin embargo, de otras muchas tenía una gran carencia, no fue una buena elección el sentir algo por él. 
Ahora creo que sé lo que necesito, que sabré cuando llegará, que tendré en cuenta mi situación satélite, y que lo idóneo sería encontrar a "mi satélite azul". En algún lado andará perdido. 




TE ENCONTRARÉ SATÉLITE PERDIDO EN EL GRAN UNIVERSO.

miércoles, 26 de marzo de 2014

¿LO IMPOSIBLE SOLO TARDA UN POCO MÁS? PUES NO, LO IMPOSIBLE NO ES POSIBLE.

Aunque nunca he sido de jugar con muñecas, ni siquiera de jugar con niñas, siempre he sido muy "madraza"... y no, no es que me lo diga yo a mí misma, que también, es que lo decía (y lo dice) todo el mundo. Siempre se me ha caído la baba con los bebés, también cuando son un poco más mayores, pero de tan "madraza" que soy, me paso la vida sufriendo.


Recuerdo que cuando tuve fecha de boda, todo el mundo decía que mis hijos llegarían pronto porque yo siempre decía que quería tener 6 hijos. Sí, como lo leéis, SEIS hijos. Era algo que quería que sucediera. Yo me he criado con un hermano 6 años mayor, y una hermana 5 años pequeña, así que yo quería una gran familia, de seis hijos, y  muy seguidos. Ese era mi plan, y el que fue mi marido, estaba de acuerdo.

Me casé y mi primer hijo nació dos años después. Dos años más tarde volví a quedarme embarazada... pero tuve un aborto, y fue una experiencia que, a mi entonces marido y a mí, nos separó del todo.  Dos años más tarde tuve mi segundo hijo, el que me salvó la vida.


Más tarde advirtieron a mi padre que tenía una "enfermedad" que podía transmitir a sus descendientes que fueran mujeres y que podía provocar abortos en ellas. Gracias Señor Doctor que conoce a toda la familia desde hace 30 años, pero mi hermana y yo ya hemos pasado por eso. Gracias por avisar con tantos años de retraso... cabrón.

Desde hace aproximadamente 4 años, he querido volver a ser madre, a pesar de estar separada del padre de mis hijos. De hecho, hubo una ocasión en que le pedí, que volviéramos a ser padres juntos, ya que era algo que al menos, sabíamos hacer bien, que ya que no íbamos a tener 6, al menos tuviéramos 4. Me dijo que le gustaría tener más hijos pero no si estábamos separados... así que nada.

Vale, después de todo este discurso, viene la noticia... Se acabó la posibilidad de ser madre para mí. Después de tanto insistir, después de ponerme como fecha límite hasta los 35 años para volver a tener un ser vivo en mi interior, después de darme una tregua y pensar que hasta los 37, después de pensar que sería injusto que si mi pareja no tiene hijos yo no los tuviera porque tengo ya dos, después de querer formar una familia numerosa, después de creer que es AHORA cuando realmente estoy preparada para ser madre, de repente, vas al médico y te dice que no. Que ya no puedes. 

Ahora es cuando te das cuenta de que esa noticia, esa que llevas esperando desde siempre y que creías que, en realidad, nunca iba a llegar, ha llegado... demasiado pronto. Siempre es demasiado pronto para que te digan que algo, cualquier cosa, te va a resultar imposible, y más aún cuando llevas años pensando en que lo harías.

Ahora mismo me puedo comparar a un corredor que lleva años preparando una carrera, y justo, unos meses antes de su carrera tan ansiada, después de haber llorado de impotencia, haber rogado que todo saliera bien, y haberse preparado a conciencia, el médico le dice que no puede correr, porque se le va a romper una pierna. Tiene una fractura que se convertirá en rotura en breve, y aunque se opere, nunca podrá volver a andar bien... pues eso. Algo parecido, creo.

En fin, perdonad el discurso. Tenía que soltarlo en algún sitio.

martes, 11 de marzo de 2014

IGUAL, UN DÍA, LO CONSIGO

Tenía un profesor, cuando yo iba a la EGB, que no dejaba que nos enfadáramos por haber sacado malas notas en su asignatura. Él siempre decía "en vez de enfadarte, sé productivo, estudia tanto para que, en el siguiente examen, tu nota tenga que ser un 10. Entonces, si no te lo pongo... podrás enfadarte con motivo".




Hay veces que no nos esforzamos lo suficiente por conseguir aquello que queremos.
 Aquí me tenéis como prueba... llevo unos tres años queriendo adelgazar 10 kilos, consigo estar a dieta 1 semana, lo llevo perfectamente, adelgazo 1 kg. y pienso "esta vez sí, esta vez lo logro", y entonces empiezo a comer de nuevo, como una loca compulsiva, chocolate, lacasitos, bocadillos, y todo lo que más engorda... hasta la próxima semana. 
La mayoría de gente me dice que no me hace falta adelgazar y yo lo que escucho es "bla bla bla", nadie, NADIE, sabe cómo me siento yo estando así, ni cómo me sentiría si consiguiera adelgazar esos 10-13 kilos que quiero (necesito) adelgazar.

Con esto quiero decir que tengo tus mismos defectos, y probablemente, el mismo número de virtudes también... pero esto no significa que todo pueda salir bien, porque simplemente, no está saliendo bien. Nunca he conseguido la perfección ansiada por mí, ni lo que más quería, el ser perfecta para ti, pero no lo era desde el primer día.

Vamos a destiempo. 



Yo cuando quiero algo lo quiero ya. Tú te puedes conformar con lo que tienes. 
Yo necesito mucho, probablemente demasiado para ser feliz. Tú lo eres tal y como eres.
A ti te atan pocas cosas. A mí me atan demasiadas.
Yo madrugo. Tú trasnochas.
Yo odio la oscuridad, le tengo miedo. Tu odias la luz.
No sé estar encerrada, me ahogo. No sabes estar despejado, te sientes desnudo.
Yo me perfumo para dormir, tú no lo haces ni para pasar el día.
Yo duermo desnuda, tú lo haces totalmente vestido...
Y tanto tú como yo sabemos, que esta lista sería eterna.

No son manías, no son trastornos, no es que no se quiera, ni siquiera es que no se pueda, es que no se ha intentado. Nos hemos conformado con estar así, y así estamos... no bien, no mal, pero así... y eso es lo peor, el conformismo. 
Sacar un 5 en un examen y, como es suficiente, quedarnos contentos. No. 
Adelgazar 1 kg. en una semana pero volverlo a engordar la siguiente. No. 
Debemos sacar un 10. Tú por tu lado. Yo por el mío. Y quizá, tan solo quizá, cuando veamos que los dos somos autosuficientes, cuando seamos capaces de tener esa fuerza de voluntad en la que nos demos cuenta de que podemos hacer lo que realmente queremos, cuando puedas y quieras vivir solo y lo logres, y cuando yo pueda y quiera adelgazar esos 10 kilos y lo logre, entonces, solo entonces, ni yo tenga miedo a la oscuridad, ni tú tengas que apagar las luces sin lavarte las manos.




domingo, 3 de marzo de 2013

NUESTRA CASA

En el poco tiempo que tengo (porque cuando no estoy con él, estoy con ellos, y sino, estoy durmiendo) me dedico a pasar el rato por la red. Lo que más me gusta es encontrar fotos que me inspiren para hacer manualidades, o para decorar mi habitación... y mi futura casa, la que planeo tener junto a él.

A veces veo (y guardo en mi carpeta, en la que dicho sea de paso, tengo casi 1000 fotos) casas coloridas, con muebles vintage, y muy originales, pero sé que eso a él le parecería caótico e incluso "mareante".



Otras veces veo casas serias, con muebles de líneas rectas, sobrias... y él sabría que a mí eso me parecería aburrido.


Muchas veces, consigo imágenes, que, al verlas, me veo ahí viviendo junto a él. Los colores justos, los muebles de madera, mucha luz, una habitación individual para su trabajo, una gran cocina para el mío, el suelo de madera, cálido, y los sofás enormes para esos fines de semana que nos apetezca ver pelis o fútbol, junto con la mantita hecha de punto por mí.
Mesa de madera para el comedor, y muebles claros, una gran televisión, y muchos, muchos dvd's. 
Una habitación de "ocio" con muchos, muchos, muchos, y muy variados libros, porque cada uno tenemos un gusto, y muchos cd's. También pondré ahí mi pc, aunque la verdad es que suelo llevarlo a cuestas...
Me gustaría que tuviera terraza, como la que ya tuvimos una vez, para poder desayunar, comer, tomar una copa y cenar los días más calurosos... y grandes ventanales.
Espero tener ducha y bañera, una bañera muy grande, en la que podamos bañarnos los dos juntos, en un baño con mucha espuma, y rodeados de velas con olor a canela y mandarina.
También quiero que la ducha sea grande, porque nos encanta ducharnos juntos, y además, él es tan sexy cuando se ducha, que creo que no le dejaré ducharse solo nunca.
Solo espero que llegue el día, en que podamos compartir algo... aunque sea una chabola, pero en la que estemos los dos juntos.

Y a vosotros, ¿qué decoración os gusta para vuestra casa?

miércoles, 23 de enero de 2013

HE ENTENDIDO ALGO

Da igual lo que haga, lo que diga, o quién se cruce por mi camino... solo estás tú en mi cabeza, en mi habitación, en mi móvil y en mi cama.
Va pasando el tiempo... pero sigo igual, si tú no estás aquí no puedo ver todos los matices de azul del cielo, el cielo es gris e incluso negro para mí.
Intento hacer lo que tengo que hacer para llegar a donde quiero estar... y donde quiero estar es a tu lado para siempre, sin ninguna duda, sin ningún inconveniente, y siempre con las promesas que hay por cumplir, ya cumplidas.
Recuerda que siempre habrá un momento en el que nos estaremos tocando... aunque sea tu dedo meñique de tu mano con mi dedo meñique de mi mano... pero siempre tocándonos.


Recuerda que no tendremos momentos en los que quedarnos en silencio, a no ser que me estés mirando y yo te pregunte ¿qué miras? y tú contestes "lo que quiero", y te vuelva a preguntar "¿y qué quieres?" y que me digas "lo que miro". Recuerda que tienes que estar atento, porque puede ser que me desmaye de amor en ese momento.


Nunca seré la misma en tu ausencia. Me gusta como soy cuando estoy contigo, y se demuestra lo poco egoísta que es el amor. No te quiero por lo que me das, te quiero por lo que soy cuando estoy contigo.
Te quiero porque me caen las lágrimas tan solo de mirarte, te quiero porque yo, y solamente yo sé lo que siento por ti, y sé que es tan fuerte que sería capaz de todo por estar a tu lado.

¿Qué vivo en una mentira? Puede ser... pero es una mentira que yo misma he creado, y me gusta vivir ahí... al menos de momento.

Si soy feliz así, a nadie le importa, nada más que a mí, y a ti mientras soportes lo que tengo dentro de este corazón loco, mientras soportes que siga intentando volver a ver en tus ojos esa mirada, mientras consiga que los besos en mi cara sigan siendo así de tiernos...


...mientras tengas esos detalles que me hacen morir, mientras sienta que eres mejor persona cada día,  mientras que tu tiempo libre sea mío, mientras piensas que soy tuya, porque ya sabes (y todos saben) que yo te pertenezco, al menos estoy marcada de alguna manera de por vida por ti... y en varios aspectos.


Comprendí algo... y es que, aún es pronto... y que todo llegará.

martes, 25 de diciembre de 2012

ALGÚN DÍA... ALGUIEN...

Cuando de repente sientes que, el corazón se te ha quedado vacío de amor, después de haber estado unos 30 meses amando intensamente, es, cuanto menos, raro. 
Saber que no tienes a nadie (en este momento) con quien ir de la mano de compras, o a tomar un café, o simplemente, a ver las luces de Navidad es un poco desalentador. 
Darte cuenta de que, cuando te acuestas no es tu último pensamiento, ni el primero de la mañana me resulta hasta extraño. 

Sin embargo, siento otras cosas:
Siento que tengo oportunidades de hacer cosas que hace tiempo (o nunca) he hecho. 
Siento que no dependo de nadie para nada, voy a mi bola, cuándo, cómo, y con quién me apetece.
Siento que, podría volver a amar, no sé cuando y desde luego, sé que no será pronto, pero empiezo a sentir que puedo, que mi corazón no se ha roto, sino que ha sido como un puzzle. Ahora falta poner cada pieza en su lugar, y cuando el puzzle vuelva a estar bien formado, entonces, será el momento.





Siento que puedo ser más valiente... de hecho, lo he sido, así que, con la próxima persona que comparta mi vida, todo tendrá que ser mucho más sencillo.
Siento que no tengo miedo, porque, no dependo de nada... solo de mí misma para ser feliz. Yo me lo guiso, yo me lo como... no me hace falta nada, ni nadie, para estar contenta...
Siento que he retomado mi vida, no la de antes, sino la de hace varios años. Casi la de cuando era una adolescente. Conozco gente, estoy más desinhibida, digo que no cuando me apetece decir que no, y digo que sí cuando quiero decir sí.



Estar soltera está muy bien, pero no es una opción para mí. Lo he meditado y a mí me gusta tener pareja... alguien con quien compartir mis alegrías y alguien que me ayude con mis penas. Alguien que me comprenda. Alguien que me ame como yo le amo, que me corresponda y que yo sienta que daría la vida por mí si fuese necesario. No hace falta que sea verdad... solo hace falta que yo lo sienta así. Alguien que no esconda lo que siente, que me diga qué es lo que necesita, qué es lo que le pasa, que me deje a compartir sus alegrías y que me deje ayudarle con sus penas.  Alguien que me atraiga. Alguien que huela a césped recién cortado. Alguien a quien acariciarle la barba sin parar. Alguien a quien mirar y no dejar de sonreír por sentirle mío. Alguien que me mire y me vea. Alguien que me acompañe al médico. Alguien con quien me sienta protegida con solo darle un abrazo... que sea, como mi salvación. Que no me importe que se acabe el mundo porque estará conmigo, y sabré que el mundo sin él no tendría sentido.







Alguien que me deje que le haga el amor a mi manera, alguien que me disfrute, alguien que no tenga miedo de demostrar que soy lo único en su vida, que soy lo que mejor le ha pasado... alguien con quien corresponder todo esto que sé que puedo dar, y que, tendré que esperar a completar el puzzle para darlo. Pero sé que cuando así sea... seremos felices. 


Tú y yo.